A veces me preocupa pensar que todos los palos que me voy dando en la vida, algún día no lograrán hacerme llorar. Cada vez me siento más fuerte contra el dolor. Cada vez encajo mejor los golpes y eso... en vez de hacerme sentir más orgullosa de mí misma, logra preocuparme demasiado. ¿Qué pasaría si llegase el día en que nada me hiciese daño, que todo me diese igual? ¿Cómo diferenciaría lo bueno de lo malo, lo que me gusta de lo que no, lo que me hace sentir bien de lo que no... si siempre me sentiría igual? Luego me doy cuenta de que eso es imposible que pase... porque soy humana.
Sufrir es lo mejor que hay en esta vida. Lo que me hace sentir viva, saber que siento y padezco, saber que soy como el resto de todos y no un bicho raro... Aunque cada vez, lógicamente, madure.
A la gente no le gusta sufrir. ¿ Por qué?
¿Quien sería capaz de vivir todos los días contento y conforme con todo, vivir sin retos, con todo masticado, vivir en un paraíso... ? No, esa vida no la querría.
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