7/1/11

Tenemos un gran problema

Jorge Bermúdez tiene tres hijos y tres empleos. Al alba, sale a recorrer las calles de la ciudad de Quito en un viejo Chevrolet que hace de taxi. Desde la primera hora de la tarde, dicta clases de inglés. Hace dieciséis años que él es profesor en un colegio público, donde gana ciento cincuenta dólares mensuales. Cuando termina su jornada en el colegio público, empieza en un colegio privado, hasta la medianoche. Jorge Bermúdez no tiene nunca ningún día libre. Desde hace tiempo, sufre ardores de estómago, y anda de mal humor y con poca paciencia. Un psicólogo le explicó que esos eran malestares psicosomáticos y trastornos de conducta derivados del exceso de trabajo, y le indicó que debía abandonar dos de sus tres empleos para restablecer su salud física y mental. El psicólogo no le indicó cómo hacer para llegar a fin de mes.

Esto es una breve historia que encontré en un libro, uno cualquiera, que bien podría ser cualquier otra... Pero la he escogido porque me parece que tiene un final estéticamente bonito, gracioso, irónico... incluso, si me esfuerzo, veo moraleja. La idea principal a sintetizar es clara: "hay gente que no tiene más vida que trabajar porque sino no podría comer, y cuando digo "no tiene más vida" me refiero directamente a eso!". Os lo creáis o no... (hay muchos incrédulos. También hay muchos amantes de la ignorancia, y más en esta época en la que los libros y palabras han sido absorbidos por las videoconsolas y las imágenes digitalizadas; por eso os he detallado la idea principal para el que no la encontrara :) ). En fin, volviendo al hilo, si la idea principal es clara, la solución también lo es, pero vallamos más allá de todo ello. Centrémonos en la figura del psicólogo, que realmente es lo verdaderamente interesante aquí. El psicólogo es un psicólogo, no un economista ni tampoco hace milagros para que este señor pueda llegar a fin de mes sin tener que trabajar tanto. Pero lo que sí sabemos es que él si que llega a fin de mes, sencillamente porque si no fuese así podría entender la necesidad de trabajar de aquel hombre por encima de su salud y no le recomendaría dejar dos de sus trabajos. Se lo recomienda porque él es psicólogo y además no tiene su mismo problema. No puede entender la situación de su paciente y lógicamente sólo se preocupa por su salud no por su economía. Con lo cual, podríamos decir que el psicólogo a este señor no le sirve para nada. Vemos que en este mundo todo tiene un fin determinado, los médicos se ocupan de la salud y  los políticos de la repartición del dinero; pero lo que cura un mal provoca otro... Cada profesional digamos presta un servicio que en muchos casos, como este, no sirve de nada mientras no se preste otro acompañándolo. Es como todo, ¿por qué vender cosas que la gente no puede comprar? La pregunta del millón.
¿A qué quiero llegar con todo esto? A lo único a lo que quiero llegar es a que tenemos un gran problema, todos, toda la humanidad:

-Médicos que aconsejan no trabajar tanto cuando si no te matas trabajando no consigues comer.
-Cuando lo principal es comer para nuestra salud, los médicos te aconsejan no trabajar con la consecuencia de tener que llevar una mala alimentación y no comer lo que queremos???
-Productos carísimos y de todos tipos que no podemos comprar porque tenemos que repartirnos para llegar a duras penas a fin de mes.
-Comerciantes que venden a precio de oro para ganar sueldos altísimos, que provocarán que otros muchos ganen sueldos ínfimos y encima muchos de ellos, los pobrecitos y desgraciados, no podrán comprar ni la mitad de productos. La basura para la basura...

y un largo etcétera...
¿Por dónde empezamos a cambiar esta locura?

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