22/6/11

METÁFORA: EL RATÓN - (EL PODER Y LA SOCIEDAD)



En la habitación de mis padres había un baño privado. Cuando lo utilizaba mis padres me decían que cerrara la puerta al acabar. Yo lo hacía… Simplemente parecía lógico cerrar la puerta para que la habitación no pudiera oler mal.
Pero un día, extrañado de que fuese tan importante aquello, me atreví a preguntarles por qué siempre había que cerrarla. Me dijeron que por allí se podían colar ratas, así que había que mantenerla cerrada.
Pero otro día, abrí la puerta y allí lo encontré correteando como un loco: el ratoncito que estaba a punto de colarse en casa. Cerré la puerta rapidísimo y corrí a contárselo a mis padres. Se alarmaron mucho y no sabían qué hacer. Querían matarlo pero nadie se atrevía a abrir la puerta y arriesgarse a que el ratoncito se colara en la casa.  Era diminuto y demasiado ágil. Así que lo encerramos; mis padres dijeron que esa puerta no se podría abrir nunca más.
El tiempo pasó y nos olvidamos de él. Los ruiditos que hacía a veces por las noches ni se distinguían ya. Después de meses, quizás años, abrimos la puerta para sacar por fin el cadáver del bicho y volver a la normalidad. ¡Pero estaba vivo! El ratón corrió hacia fuera del baño y se perdió por la casa. Al final, fuimos nosotros los que tuvimos que marcharnos.

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